Los aceites esenciales provienen de las plantas, actúan en múltiples dimensiones y contienen los principios activos que se utilizan en muchos de los medicamentos que utilizamos diariamente. Sus beneficios son bien conocidos desde la antigüedad.
Los aceites esenciales se obtienen a partir de tres técnicas diferentes en función de la planta de la que proceden: la destilación, la presión en frío o el enfleurage.