La aromaterapia es una técnica terapéutica holística complementaria a la medicina alopática. Actúa utilizando los aceites esenciales naturales obtenidos de las plantas para promover el bienestar físico, mental o emocional de las personas y han sido utilizados desde la antigüedad en las culturas egipcia, griega o romana.
Los aceites esenciales se obtienen de las plantas. Son muy ricos en compuestos químicos naturales y poseen propiedades terapéuticas únicas ya que cada aceite esencial está compuesto por decenas de moléculas diferentes y cada una de ellas tiene unas propiedades diferentes. Así podemos encontrar que un mismo aceite esencial puede tener muy diversas propiedades. El aceite de lavanda, por ejemplo, puede actuar como antiséptico, antibacteriano, antifúngico, antiinflamatorio, analgésico, cicatrizante, sedativo, antihistamínico, relajante, antiespasmódico o diurético; pero además tiene otros usos posibles. Es por eso que al aceite esencial de lavanda se le conoce como la navaja suiza de los aceites.
Los usos de la aromaterapia son, pues, muy variados y versátiles. Uno de los usos más comunes de la aromaterapia es la relajación y reducción del estrés. Al inhalar los aceites esenciales, se estimulan los sentidos y se envía una señal al cerebro para que libere hormonas que promueven la relajación y la calma. Esta técnica puede resultar útil para personas que padecen ansiedad, insomnio u otros trastornos relacionados con el estrés. Además de la relajación, la aromaterapia también se utiliza para aliviar distintas enfermedades físicas. Por ejemplo, algunos aceites esenciales poseen propiedades analgésicas y antiinflamatorias, por lo que se pueden utilizar para aliviar el dolor muscular o articular. Otros aceites esenciales poseen propiedades expectorantes y pueden ser útiles en el tratamiento de resfriados o problemas respiratorios.
La aplicación segura de los aceites esenciales es un aspecto crucial en la práctica de la aromaterapia. Estos aceites deben ser diluidos antes de su uso, puesto que su concentración puede ser demasiado alta y causar irritación en la piel o incluso reacciones alérgicas. Antes de aplicarlos sobre la piel siempre es necesario diluirlos en un aceite vegetal portador, como el aceite de sésamo, de trigo, de hueso de uva o de coco por ejemplo. En Despertar esencial no somos demasiado amantes del aceite de almendras dulces ya que se oxida muy rápidamente, se genera un olor a rancio que siempre irá en detrimento de la percepción que haremos del aceite esencial que habremos diluido.
Además de la aplicación tópica, la inhalación de los aceites esenciales también es una de las formas más comunes de utilizarlos en aromaterapia. Esto puede hacerse mediante la utilización de difusores o simplemente inhalando el aroma directamente del frasco. Algunos aceites esenciales pueden ser ingeridos, pero su uso está muy restringido ya que algunos aceites esenciales son tóxicos si se ingieren, por lo que nunca deben tomarse por vía oral sin la supervisión de un experto.
Imágenes del proceso de destilación de los aceites esenciales.
La aromaterapia moderna tal como se conoce hoy en día tiene sus raíces en la investigación y los trabajos de René-Maurice Gattefossé, un químico francés que en la década de 1920 comenzó a estudiar los efectos de los aceites esenciales en la piel y en la curación de heridas. Gattefossé se interesó en la aromaterapia después de sufrir una lesión en la mano mientras trabajaba en su laboratorio, y descubrió que el aceite esencial de lavanda ayudaba a curar su herida más rápidamente y sin infecciones.
A partir de ese momento, Gattefossé se dedicó a investigar los efectos terapéuticos de los aceites esenciales y a desarrollar técnicas de aplicación que permitieran su uso en la práctica médica. También escribió varios libros sobre la aromaterapia, incluyendo "Aromathérapie: Les Huiles Essentielles Hormis Alimentaires" (Aromaterapia: Aceites Esenciales Excluyendo los Alimentarios), publicado en 1937, que se convirtió en una referencia para los profesionales de la aromaterapia.
Otro de los precursores de la aromaterapia moderna fue el médico francés Jean Valnet, quien durante la Segunda Guerra Mundial utilizó aceites esenciales para tratar a soldados heridos. Valnet escribió varios libros sobre la aromaterapia, incluyendo "Aromathérapie: Traitement des Maladies par les Essences des Plantes" (Aromaterapia: Tratamiento de Enfermedades con Esencias de Plantas), publicado en 1964, que se convirtió en un clásico en la literatura de la aromaterapia.
Desde entonces, la aromaterapia ha continuado evolucionando y expandiéndose en todo el mundo, con la creación de asociaciones de profesionales de la aromaterapia, la realización de investigaciones científicas sobre sus efectos terapéuticos y la incorporación de la aromaterapia en la práctica médica convencional. Hoy en día, la aromaterapia es una terapia complementaria ampliamente aceptada y utilizada en todo el mundo, y sigue siendo objeto de investigación y exploración en la búsqueda de nuevos usos terapéuticos y beneficios para la salud.